Sea por la razón que sea, hay muchos padres que quieren enseñarle a sus hijos a ser multilingües. Puede ser por razones familiares, culturales o para darle una ventaja en el futuro laboral.
Los niños son como esponjas. Si tu decides enseñarle a tu hijo varios idiomas, el niño no tendrá ningún problema en aprenderlos. Lo más difícil está en la preparación. Surgirán preguntas como, entre otros: ¿Cuándo empiezo? ¿Qué idiomas le enseño a mi hijo? ¿Quién le enseñará cada idioma? ¿No se confundirá si le hablo en dos idiomas distintos?
Aunque puede parecer complicado al principio, te aseguro de que no lo es. A continuación te daré algunas pautas a seguir para demostrarte la respuesta a la pregunta, ¿Cómo enseñar a tu hijo a ser multilingüe?
1. Empezar desde el nacimiento
Para enseñar a tu hijo a ser multilingüe lo mejor que puedes hacer es empezar ya desde el nacimiento del niño. Los niños nacen sin conocimiento del idioma que hablamos. Si empiezas a hablarle dos, tres, cuatro o más idiomas desde que nace, para el bebé será una experiencia normalizada. No sabe que a otras personas solamente le enseñan un idioma. Se acostumbrará a hablar con unas personas en un idioma y con otras personas en otro idioma distinto.
¿Significa esto que no puedes empezarlo cuando ya tienen un par de meses o incluso algún añito cumplido? ¡Por supuesto que no! Puedes empezar cuando tú quieras. Solamente es una sugerencia que, si puedes, empieces cuanto antes.
Empezar desde el nacimiento también te da la ventaja de tener un tiempo de adaptación para ti mismo. Cambiar de lengua veinte mil veces al día, puede resultar complicado al principio. A lo mejor no estás acostumbrado a hablar el segundo idioma todo el día, o se te hace raro usar ese idioma. Los primeros meses de vida del niño es un momento perfecto para acostumbrarte tú primero.
2. Decidir sobre los idiomas
Antes de fijarte en la forma de enseñar a tu hijo a ser multilingüe, hay que fijarse en los idiomas que quieres que aprenda.
El primer idioma que tu hijo siempre acabará aprendiendo es el idioma del país donde vives. Aunque ninguno de los padres le habla en dicho idioma, lo aprenderá en el cole, de sus amigos, de la televisión, etc.
Para los demás idiomas hay que tomar una decisión considerada. Contesta las siguientes preguntas para ti mismo, para decidir sobre los idiomas a incorporar:
¿Es tu idioma materno o el de tu pareja o familiares distinto al idioma del país donde vivís? ¿Quieres que tu hijo aprenda dicho idioma?
¿Tienes otro idioma del que tienes suficiente nivel como para mantener una conversación? ¿Quieres que tu hijo aprenda dicho idioma?
¿Tienes interés en aprender un idioma tú mismo? ¿Quieres que tu hijo aprenda dicho idioma?
Puedes elegir el número de idiomas que tu consideres necesario para tu hijo. Solo hay que considerar bien si va a ser posible mantener la práctica habitual de dicho idioma. Por supuesto, es más fácil si le enseñas tu idioma materno. Ya sabes hablarlo a la perfección (o casi). Pero si de verdad te interesa aprender otro idioma, como el inglés, puedes utilizar la enseñanza a tu hijo también como motivación para aprenderlo tú. Así los dos terminan aprendiendo este idioma.
3. Qué método a seguir
Existen numerosos métodos para enseñarle a tu hijo a ser multilingüe. Te comentaré algunos, aunque es solo una gota en el mar de posibilidades.
OPOL
El más famoso es el método OPOL: One Person One Language, o en castellano: Una Persona Un Idioma.
Con éste método, decides con antelación qué idioma hablará cada progenitor o persona en la vida del niño.
Un ejemplo en nuestra familia. El padre de mis hijos y toda la familia paterna les habla en castellano. Su abuelo materno (mi padre) les habla en valenciano y el resto de la familia materna les habla en holandés.
Esto sería un ejemplo del método OPOL.
Un Lugar Un Idioma
Existen, sin embargo, muchos más métodos, como el método de Un Lugar Un Idioma, que practico yo con mis hijos. Ellos saben (o en caso del bebé, sabrá) que en nuestro hogar, si no hay visita, mamá les habla en holandés. Por otro lado, si estamos con más personas en nuestro hogar, o estamos fuera del hogar, les hablo en inglés.
Objeto asociativo
Otro método que podrías usar es el del objeto asociativo. Puedes enseñarle a tu hijo que de normal habléis idioma X si te pones un gorro específico o tienes un objeto específico en la mano, que eso significa que cambiais a idioma Z.
No hace falta elegir un único método y mantener este durante el resto de la crianza de tu hijo. Puedes hacer una mezcla de varios métodos, según lo que mejor le viene a tu familia.
Como ya he demostrado, nosotros también seguimos una mezcla del método OPOL y el método del lugar.
Como habrás visto, enseñar a tu hijo a ser multilingüe no tiene porqué ser tan complicado como parece al principio. Hay que fijarse muy bien en los idiomas que le quieres enseñar y el método a seguir que mejor encaja con tu familia. Además, si empiezas desde el nacimiento de tu hijo, éste no sabrá otra cosa que ciertas personas le hablan en un idioma distinto y para él o ella será la cosa más normal del mundo.
¿Te animas? ¿Qué idiomas enseñas tu a tu hijo?